viernes, 27 de diciembre de 2013

Katarsis de la mano de My Mad Fat Diary

Es increíble como hay cosas que una cree sepultadas para siempre y, a pesar de todo, se empeñan en salir una y otra vez, sobre todo de la mano del arte y su katharsis

Anoche tuve el placer de ver los dos primeros capítulos de My Mad Fat Diary y me fui a la cama en medio de un collage de recuerdos de la infancia y la adolescencia, nervios, ansiedad, angustia, alegría.... así, todo junto y mezcladito. 

Venían a mi mente los recuerdos de la primera vez que un amigo me dijo que yo era un hombre más en la pandilla (porque no me veían como a una mujer); la primera vez que alguien me gritó "gorda" en la calle; la primera vez que tuve que comprarme un vestido y no lo encontré, unos zapatos y tampoco; la primera vez que me invitaron a la playa y dije que no porque no quería que nadie me viera en bikini y todas las veces posteriores que dije que "no" por exactamente la misma razón; todos los toboganes y columpios que nunca pude utilizar; todas las dietas que empecé y abandoné, y todas las nutricionistas que me decían que estaba obesa y enferma, contribuyendo a que todo empeorara; la primera vez que pensé en todo tipo de soluciones bruscas para adelgazar; la primera vez que miré el abismo de un puente como una posible salida; la primera vez (y no la última) que un amigo me dijo que saldría conmigo si no fuese gorda, que a su vez coincidía con la primera vez que oía que tenía que ser "deseable" para los hombres; la desesperación de no encontrar ni una maldita cosa que te guste de ti misma y por eso odiarte más y más, porque crees que como tú, nadie será capaz de ver nada bonito en ti, ni por dentro ni por fuera...





Odio los spoilers. No los haré. Me limitaré a recomendar esta serie y ya. 

Sin embargo, tengo que decir que My Mad Fat Diary es más que una simple serie para adolescentes. Gran parte de su discurso ES real y sirve para comprender mucho de lo que vivimos las personas gordas. Tanto, que por su culpa estoy revuelta, destripada, con el corazón en un puño; porque de repente me quité diez años de encima y he vuelto a los 16, a las inseguridades, las revoluciones hormonales y el acné. Me ha atormentado por completo. Es real. Es real y hermosa. Y es que te pasas toda la vida creyendo que eres la única que se siente así y un día te das cuenta de que somos miles, que casi todas vivimos la gordura de la misma forma. Y casi sin querer, otro día, encuentras una serie que relata tus pensamientos y experiencias perfectamente, y piensas: "¡Me cago en todo! ¡Ojalá hubieras existido antes amor! ¡A mis 16!"


Identificarse, verse representada, sentirse, curarse. Katarsis.


Estoy segura que, salvando las inevitables distancias, toda gorda que vea esta serie se sentirá reflejada en esa oscura frustración de haber sentido a la gordura como un vestido que deseabas quitarte fácilmente con sólo desabrochar un botón o bajar una cremallera; no porque no pudieras gustarte así, sino porque, tristemente, nos hacen ver la gordura como la fuente de todos nuestros problemas.

Menos mal que con el tiempo te das cuenta de que estás equivocada: el problema no es tu cuerpo, el problema está afuera. 

Y ahí My Mad Fat Diary deja el mejor mensaje: el amor propio es un trabajo durísimo y constante en una sociedad que te grita todo el tiempo que estás mal, que no perteneces a este lugar, que no encajas en la norma, que no eres deseable ni querible big lady.

Un trabajo duro, sí. Pero imprescindible.

Tú no eres tu enemiga mi gorda linda. Los enemigos son ellos.

Que el mundo te banque como eres o que se vaya a la mierda.

Resistencia.


3 comentarios:

  1. yo me vi la primera temporada hace unos meses, me gusto mucho mucho mucho!! la recomiendo al 100% :D

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    1. es brillante!! :D
      sale la segunda temporada en par de meses. iupiii

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  2. Me encanta MMFD ;) Ya tenemos aquí su segunda temporada y por el primer episodio pinta muy bien. Ahi va mi homenaje a la serie ;)

    http://seriesanatomy.blogspot.com.es/2014/02/yo-tambien-fui-un-adolescente-de-los-90.html

    Saludos!

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