sábado, 11 de julio de 2015

Autorretrato de una GORDA.




Mi cara redonda, mis manos fuertes,
herencia de mi madre. 
Mi cuerpo grande, mi espalda ancha,
herencia de mi padre.
Mi cuerpo alto, esbelto,
herencia de mi abuelo.
Mi gusto por la cocina y la comida,
herencia de mi abuela.

Odiarme a mí misma ha sido odiar mis orígenes.

Las líneas continuas
se desdibujaban desde mi rechazo.

Era la ladrona de mi propia memoria histórica.



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