Una lectura libre y feminista de Walter Benjamin para los muros de mi Universidad.
Que me señalen porque existo.
Las Krudas
Cada vez que una mujer alza la voz para recordar a una Olvidada, es tachada con alguna de esas palabras en bucle que siempre se han utilizado para tacharnos de la historia: pesada, loca, exagerada, histérica, radical, y últimamente, el ya archifamoso "feminazi".
Pero la cuestión es que las mujeres existieron y existimos. Y como dice Mario Benedetti:
en mi región hay calvarios de ausencia
arrabales de duelo
sentimientos insoportablemente actuales
que se niegan a morir allá en lo oscuro.
Pero la cuestión es que las mujeres existieron y existimos. Y como dice Mario Benedetti:
en mi región hay calvarios de ausencia
arrabales de duelo
sentimientos insoportablemente actuales
que se niegan a morir allá en lo oscuro.
* La historia y la memoria
La historia es, según Walter Benjamin, una historia de vencedores y vencidas(1), y es narrada por aquéllos desde su perspectiva triunfal, obviando la mirada de las derrotadas. Así, la idea de quienes salen victoriosos es la idea conocida, el rostro del vencedor es el rostro de las fotografías y los cuadros épicos, el nombre del vencedor es el nombre bordado y recordado, los libros vomitan sus hazañas, sus hallazgos, sus triunfos.
Pregunta
Bertolt Bretch: "¿a quiénes vencieron los césares?"(2). Estudiamos una historia a medias, o lo que es lo mismo, una historia subjetiva que
conduce a la ocultación (e ignorancia) de la verdad en su totalidad. El eco del
vencedor está por doquier, pero nadie oye el grito de la vencida: "Nadie
le oyó. Los viejos rabadanes del mundo que escriben la historia a su
capricho, cerraron todos los postigos, se hicieron los sordos, se
taparon los oídos con cemento (…)" (3)
Pero aún estamos a tiempo -afirma Benjamin- la historia no está muerta. No estamos frente a un pasado inmóvil. No narremos los hechos desde la lejanía, desde la perspectiva de una simple espectadora de
algo que yace inmodificable. El pasado no debe quedar inerte.
Las vencidas, las Olvidadas, tienen algo que decir: lo gritan desde sus tumbas, desde
sus escritorios, desde sus huertos, desde sus telares; se les
oye desde su no muy lejano lugar; su voz recorre esquinas y callejones,
campos y ciudades; y esa voz ha de ser oída, la verdad ha
de ser revelada y el pasado salvado, porque salvar el pasado, mantenerlo
vivo, es -a la vez- transformarlo.
La revelación de la historia verdadera, la identificación y reconocimiento de los vencedores y las vencidas de la historia, es el primer paso a la liberación. "El sujeto de conocimiento histórico es la misma clase oprimida que combate", afirma Benjamin(4).
* El muro de mi Universidad
Dicen que cuando los medios callan, las paredes hablan. El problema es cuando la voz de las paredes se parece demasiado a la voz dominante de los medios. Un grupo de estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna (ULL) realizó un mural en la Facultad de Biología de la misma universidad, cuya composición resaltaba la figura de unos cuantos científicos famosos en la historia de la ciencia. No estoy utilizando la "o" como masculino genérico, no. Sólo pusieron científicOs. Una vez más, las Olvidadas de la historia fueron calladas, anuladas, invisibilizadas.
Se podía leer en la web de Divulgación Científica de la ULL:
"La realización de los murales fue impulsada por el Decano de la
Facultad de Biología, el profesor Néstor Torres Darias, Catedrático de
Bioquímica y Biología Molecular, y de la Comisión nombrada para decidir
sus contenidos formaron parte, entre otros, los profesores Ángel
Gutiérrez Navarro, Catedrático de Microbiología, y José María Riol
Cimas, Profesor Titular de Bioquímica y Biología Molecular. Los tres son
miembros del Aula Cultural de Divulgación Científica (...) Se trata de dos murales situados a ambos lados de la entrada a la
Facultad. En uno de ellos figuran ocho de los personajes más relevantes
de la historia de la Biología: Aristóteles, Carl von Linné, Charles Darwin, Louis Pasteur, Santiago Ramón y Cajal, Linus Pauling, James Watson y Francis Crick"
Mural de la Facultad de Biología (ULL) |
Tan fuerte fue todo esto, que un profesor llegó a declarar que la historia de las mujeres en la ciencia era una cuestión ucrónica.
Claro, probablemente este señor no ha leído a Walter Benjamin.
No
se trata de la historia que existe hoy. Se trata de la historia que queremos narrar y construir desde la verdad, desde la información completa, desde la visibilización de lo invisible. Redimir la historia. Salvar la historia. Hacerla nuestra. Porque sabemos que esta historia que conocemos, estudiamos, y hasta se pinta en algunos muros, no es más que una mentira del poder, un producto del vencedor que no ha dejado nunca de vencer.
* Desenlace inesperado
Finalmente, después de dos meses de este último rechazo y cuando unas cuantas feministas locas-pesadas-radicales-radicales-feminazis (ante las agotadas vías de diálogo) estabamos planeando la mejor gamberrada posible a lo Pussy Riot Style [¡Libertad Pussy Riot!] nos llega la gran noticia de que en una nueva Junta, el pasado jueves 5 de diciembre, fue aprobada la modificación del dichoso muro.
POR FIN.
La historia es una profeta con la mirada vuelta hacia atrás:
por lo que fue, y contra lo que fue,
anuncia lo que será.
Eduardo Galeano.
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(1) El uso del género femenino es parte de la lectura libre que hago del texto Tesis de Filosofía de la historia, de Walter Benjamin, que pueden consultar aquí: http://www.jacquesderrida.com.ar/restos/benjamin_historia.htm
El autor hace un uso de la dicotomía vencedores/vencidos para referirse a la lucha de clases, ya que su filosofía de la historia es de corte marxista. En este caso, extrapolo la lucha de clases a la lucha de género, por lo que me tomo la libertad de usar la "a" para hablar de la clase vencida e invisibilizada: las mujeres. Quede constancia que de ninguna forma considero que una lucha sustituya a la otra, ni propongo la no-visibilización de la lucha de clases como motor de la historia, sino que esto debe entenderse como una licencia poética que yo me he tomado desde el profundo amor que le profeso a Walter Benjamin.
(2) Bertolt Bretch, "Preguntas de un obrero que lee"
(3) León Felipe “¿Por qué habla tan alto el español?”
(4) Walter Benjamin, Tesis XII
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Mi texto original: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=94118
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