domingo, 17 de mayo de 2015

Relato

ACABAR CON LOQUEMESOBRA


Sé, desde pequeña, que dentro de mí se esconde una flaca que en algún momento saldrá a la luz si yo me esfuerzo lo suficiente. Es mi compañera de todas las horas, de todos los días. Mi único sueño cada noche, mi primer pensamiento cada mañana. Ella es una pobre flaca oprimida por todos los pliegues de grasa y todos los kilos demás que tiene este cuerpo. Ella es como la última muñequita rusa del juego. Mi yo flaca, mi yo verdadero. Y ¿sabés? ¡Tengo que liberarla de acá dentro!

Por cierto, me llamo María, y aunque a simple vista veas que aquí sólo hay un cuerpo, en realidad –como te decía- son dos. Tengo el cuerpo fragmentado: una parte es la que soy yo (es decir, Mimejorversión) y la otra parte es Loquemesobra, un error agregado al modelo original. Loquemesobra lo odio, me da un asco impresionante. No soporto ni verlo ni tocarlo, no quiero que se me acerque ¡puaj! Es como… como un fallo de fábrica, ¿sabés? Una carne ajena. Un trozo a tirar a la basura. Algo que no debería estar ahí bajo ningún concepto. Algo que yo me voy a encargar de arreglar personalmente.

¿Sabés? Incluso me pasa que cuando me busco en el espejo, en él solo veo un cartel luminoso que dice 404 NOT FOUND. Me busco ¡pero no me encuentro! ¡¿entendés?! Es muy raro, pero no estoy ahí, ¡te lo juro por mi cara bonita! (la que está debajo de esta que ves cachetona). Eso del espejo, definitivamente, no soy YO. ¡Mi YO es otra cosa! Para que me entiendas… yo soy… Yo soy la última muñequita rusa. La pequeña y delicada. La linda. La recubierta y protegida. La escondida tras estas inmundas capas adiposas que vos ves a primera vista.

Yo sé que tengo dentro de mí a mi verdadera imagen: Mimejorversión, ¿entendés? Me está esperando en algún lugar ahí adentro, y saldrá cuando yo me esfuerce lo suficiente ¡Me lo dijeron las cinco nutricionistas que he visitado! ¡Dicen que ya llegará! El lunes que viene, el mes que viene, el verano que viene, o el año que viene… ¡pero va a llegar!

En cualquier caso, que quede entre vos y yo, pero… ya tengo un plan para adelantar los acontecimientos. Es que… Mimejorversión me espera, y yo no quiero hacerla esperar más, ¿entendés? Odio con toda mi alma a Loquemesobra. Así que tengo un nuevo plan especial y transgresor... porque en realidad ya he probado todos los métodos tradicionales y ninguno ha funcionado.

Mirá te cuento: probé con varias dietas (la dieta de los coles de bruselas, la dieta de la sopa, la dieta de la luna, la dieta de la zanahoria, la dieta de los refrescos light…) y no funcionó ninguna porque tarde o temprano Loquemesobra volvía y a veces incluso volvía más grande. También me he machacado encerrada en la oscuridad de sórdidos gimnasios, aunque huí de ellos pronto porque el resto de la gente que los frecuentaba me miraba con asco cuando sudaba (¡claro! no podía explicarles que ese sudor no era de mi verdadera yo, sino de Loquemesobra)… Opté entonces por salir a caminar por el parque (incluso lo hice envuelta en plástico para sudar más y acabar antes con Loquemesobra), pero las miradas en la nuca (y algunos insultos a Loquemesobra) me volvieron a empujar al abandono de otro plan más. Intenté también fumar (dicen que ayuda), probé con ayunos durante varios días, vomité alguna vez, y hasta tomé pastillas que me recomendaron farmacias y centros de estética (bien saben ellas ayudar a todas las enfermas de ocupación de Loquemesobra, ¡este maldito parásito!… pero conmigo no funcionó nada, creo que por culpa mía que hice algo mal, o porque Loquemesobra, en mi caso, es un enemigo muy fuerte). Me faltó no más probar con la cirugía estética, lo que pasa que no tengo dinero suficiente… ¡Sino vaya que si lo intentaba! ¡Dicen que eso sí soluciona todo y para siempre! Aunque hay gente también que advierte que son peligrosas... Pero.. ¿Qué querés que te diga? ¡Me da igual! ¡Yo lo intentaría! ¡Haría lo que fuera por deshacerme de mi archienemigo Loquemesobra!

En fin, como te iba contando, estoy trazando un plan que creo que va a ser infalible para acabar con Loquemesobra. El otro día me puse a pensar que para encontrar a la última muñeca rusa hay algo que no puede fallar: ¡¡¡destrozar a todas las muñecas que la cubren!!! Dios mío… ¡¡¡Si es que soy brillante!!! ¿¿verdad??

Así que nada, el plan es el siguiente: esta noche, cuando pase el tren de las diez y cuarto, voy a lanzarme a las vías como un gusano de seda esperando que la cáscara se rompa y vuele por fin mi flaca, hermosa y pequeña muñequita rusa como una mariposa libre en la noche. 

¿Querés venir conmigo y ser la primer persona en observar mi belleza?

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