Cuando alguien hace la típica preguntita de "¿por qué filosofía? ¿para qué sirve?" siempre recuerdo estas palabras de Alejandra Pizarnik:
La lucidez es un don y es un castigo. Está todo en la palabra. Lúcido
viene de Lucifer, el arcángel rebelde, el demonio. Pero también se llama
Lucifer el lucero del alba, la primera estrella, la más brillante, la
última en apagarse. Lúcido viene de Lucifer y Lucifer viene de Luz y de
Fergus, que quiere decir el que tiene luz, el que genera luz, el que
trae la luz que permite la visión interior: el bien y el mal, todo
junto, el placer y el dolor. La lucidez es dolor y el único placer que
uno puede conocer, lo único que se parecerá remotamente a la alegría
será el placer de ser consciente de la propia lucidez...
Y la Filosofía es lucidez.
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