domingo, 29 de diciembre de 2013

Explorando territorios (relato de un sueño)

La nube de humo hacía borrosa la imagen en el espacio sin ley. La vorágine de vasos, copas, conversaciones, risas, besos, caricias, y cigarros en la boca, inundaba todo y llegaba de forma indivisible a mis sentidos. Rodeada ya no de cuerpos, sino de territorios. Espacios para conocer, hurgar, sentir... sin conceptualizaciones ni métodos. No es un cuello, una espalda o una barriga, no es un hombre o una mujer. Es sólo y en sí mismo un territorio único e irrepetible. 

Los territorios se mezclan, se tocan, se rozan. 
Volumen, suavidad, flacidez, firmeza, 
frondosidad, desiertos, 
virginidades perdidas, 
colonizaciones deconstruidas, 
cadenas olvidadas. 

Lujuria o exploración, ¿qué mas da? 
Ruptura de la palabra coraza
de la norma carcaza
de la sexualidad delimitada.

Sólo territorios extensos. 
Muy extensos. 
Tan extensos que me pierdo y deseo tener mil dedos.

Territorios extensos. 
Corriendo.
ReCorriendo libres. 

Libertinos.

Libres.


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